Descripción
Te recomiendo:
– Luz: procúrale bastante luz indirecta.
– Temperatura: temperaturas templadas mejor. ¡Las de dentro de casa son perfectas!
– Riego: ¡facilísimo! Una vez cada dos semanas aproximadamente, introduce la caracola en un bol con agua. La metes, la dejas unos segundos y la vuelves a sacar. ¡Así de simple!
– Humedad: No es nada exigente. Puedes pulverizar de vez en cuando pero si no lo haces ¡no le pasará nada!